martes, 30 de junio de 2015

como paloma herida















*





Y tu pecho explotó sobre mi rostro
como paloma herida, acurrucada
en la cornisa, frágil, sin bandada
ni nido donde guarecerse al ostro*.


Entonces escuché tu voz dorada
como un arrullo tibio, dulce y manso
como un río que espera, en un remanso,
la dicha de llegar a su morada.


Y ¡Vaya si llegó! Mi ser, abierto
a recibir las aguas del amor,
cerrose sobre ti como estüario


de coral, esplendente ante el incierto
final de esta derrota que a babor
nos lleva; mar adentro sin horario.



*


M. Á. M.



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* sur.






lunes, 29 de junio de 2015

A la memoria de los pájaros sombríos




















*



A la memoria de los pájaros sombríos mi voz se aferra

como a clavo, que ardiente, todo lo consume tras de sí

quizás rogando -oh dios desconocido- una redención anticipada,

erigida en torno a las plumas mas negras del cosmos conocido

para que puedan cubrir de una maldita vez

 la exánime luz de nuestros grises días 

por esa interminable cuenta pendiente 

que nos queda por cobrar con el apolillado ataúd que sostiene el 

viento entre las manos,

de caricias nefastas y constantes sobre nuestra carne, 

cada vez más marchita, 

luego putrefacta;

y llamen al propósito final de toda esta devastación: 

Desaparecer bajo la sombra del olvido que acecha tras la esquina

en un alba cuajada de silencios escarlatas

y así acaso rompan iracundas 

las atroces cadenas celestes que nos dieron forma (humana, quién lo diría...)

para liberar, acto seguido, esas otras galaxias infinitas que fluyen por adentro

como ríos de sangre y fuego en el crepúsculo del alma

y se desgajan lentamente, haciendo del último momento

concepto diferente, absurdamente eterno,

perfectamente blanco y armonioso,

sin más dolor y al compás de esa música inaudita

que, por todo lo que fuimos, somos y seremos,

aún nos late en el costado

y que, aún con todo ello a cuestas,

no deja de sonar y resonar 

en acordes imposibles de entender

mientras el sueño continúe

o nosotros despertemos a la vida

, que yace todavía, 

en el sordo tremor de la tormenta.




*


M. Á. M.

domingo, 28 de junio de 2015

Hombre













*




Nací, y así, al nacer, me dieron nombre
y sangre que verter sobre la tierra,
y vida que vivir, y un alma en guerra,
y paz para morir, y así, ser hombre.




*


M. Á. M.

Encaramado a ti

















*



Encaramado a ti como a una roca,
como si el tiempo mismo hubiera muerto
y, muerto ya, cruzare aquel desierto
arena sobre arena, hasta la boca


del sueño en un oasis que convoca
al fuego, a la palmera, al dátil yerto
y al último navío de ese puerto
que arría su velamen cuando toca.


Divisarán tus ojos la morada
de los años que harán, a su momento,
epílogo de mí, sin más preámbulo.


Para dar nuestros restos a la nada
y todo lo demás, el sentimiento,
quizás a un porvenir en sí sonámbulo.



*


M. Á. M. 



sábado, 27 de junio de 2015

Tratamientos paliativos















*


La vida es una enfermedad sin cura

ni vacuna conocida.

Solo tiene tratamientos paliativos,

según el caso y el paciente:

una cucharadita de luz por la mañana,

unas píldoras de amor cada seis horas

(en administración oral o boca a boca)

y bálsamos de sentimiento al acostarse.

No debemos olvidar el dar unos masajes

cardíacos de vez en cuando, según la necesidad de cada uno.

Al fin y al cabo es ún músculo que trabaja

demasiado por nosotros cada día y cada noche

como para darle de lado

como hacemos con tanta frecuencia.

Y no dejemos nunca de soñar, cueste lo que cueste,

puede que esto sea lo único que nos libre de la muerte

cuando la tierra nos cubra con su manto.



*



M. Á. M.

jueves, 25 de junio de 2015

El cauce
















*





Mis ojos ya no ven las mismas cosas.
Lo blanco tiene un tono evanescente,
ambiguo, amarillento o gris; ausente
de luz o de matiz mientras, umbrosas


las lágrimas, descienden como losas
abiertas a un pasado indiferente
a todo lo vivido y lo presente
en aras de caer entre las rosas.


Y llegan a esa orilla, donde pasa
el cauce transparente y juguetón
del tiempo, a besar con levedad


sus aguas, que se van camino a casa
y dejan, tras de sí, en el corazón,
señales con sabor a eternidad.





*



M. Á. M.





martes, 23 de junio de 2015

Despierto












*



Despierto y desayuno en el silencio,

respiro como pájaro sin brillo

la bruma de un café por la mañana

y vuelvo a mi rutina manso, quedo,

a serme de la fronda, entre los pinos,

acícula que cae, voz, palabra

tormentosa, presente tras los flecos

de una lluvia ligera de verano;

apenas un suspiro de agua y barro

que nunca irrigará ninguna flor.



Despierto en la frontera gris del alma

que muda y se hace apóstata de mí

y emigra a la alambrada, al precipicio

a dar el salto y ser, por una vez,

en plena libertad y ver el fin

de todo esto: vida, muerte, nada;

tan solo un sueño más de luz que apaga

el pulso de la sangre en las arterias,

que el tiempo va cerrando sobre sí

a golpe de verdad y corazón.




*


M.Á.M.












domingo, 21 de junio de 2015

Eras











*


Eras edad y luz, y sangre y barro,
y fuego sobre el blanco de los ojos;
trinchera y firmamento de despojos
e historia que termina en un desgarro

de silencios espesos; de guijarro
y tormenta que doblan sus hinojos
al otoño, al revés, a los serojos
y al agua en tu derrame, roto el jarro.

Inútil como acento circunflejo
de luna que, marmóreo, sucumba 
apenas sin llegar de tilde a viejo.

Y, ahora, ni el gusano ni los huesos
sostienen el recuerdo de los besos
que diEras, corazón, hasta la tumba.



*



M. Á. M.




sábado, 20 de junio de 2015

Esperanza













*


Nos hablan de esperanza cuando esperar nos cuesta

un poco de esa luz que a nuestros ojos ciega

en otro día más que pasa y que no llega

ni a leña ni a ceniza; ni a rescoldo en la hoguera

donde el fuego sostiene los humos y quimeras

mientras el tiempo, en fuga, aplaza nuestra espera

del fin y del principio para que todo sea

igual que imaginamos, errantes como estrellas

perdidas en la noche, camino de la tierra

adonde van las almas cuando el amor las lleva.




*


M. Á. M.






viernes, 19 de junio de 2015

Te siento











*


Sí, te siento 

tal y como se deben de sentir las cosas,

seas poeta 

o seas humano, 

pero que seas

mientras sientas

como ese arañazo que callado te desgarra

desde lo más hondo de las tripas

y se abre paso lentamente por el pecho 

a mordiscos de vida,

a célula abierta,

a cuerpo completo

a golpe de corazón y sobresalto

hasta covertirse en un derrame de lo absoluto

en el espasmódico suicidio 

del tiempo y el espacio 

por cada vena florecida

y en llagas de ser

de nuevo, contigo,

una dulce muerte delirante

que en sí,

y en mí

mismada,

dé gracias

de nada

de ti.




*



M.Á. M.














jueves, 18 de junio de 2015

Que me digan que no







*



Que me digan que no, que yo me espero
donde el tiempo se rompe en mil pedazos:
al costado de ti y, de los retazos
del amor y las hebras de este huero

transitar, forjaré en el barro el cuero
con tu sangre y mi sangre en flor, sin plazos;
arrancando a la vida esos zarpazos
que la muerte se lleva al agujero.

Y si Dios no me espera a la otra orilla
dejaré junto a ti cada semilla
y al infierno me iré, como es costumbre.

Y por si alguien pregunta dónde vamos:
a la tierra los siervos y los amos;
pues igual es el valle que la cumbre.



*



M.Á.M

miércoles, 17 de junio de 2015

Hay una voz













*





Hay una voz que se inocula

en mitad de la nada,

que surge de repente

inundándolo todo con su luz.



Las fuentes de su boca

renacen al presente 

como raíz de lo finito

y espada que atraviesa 

la tiniebla circundante

cauterizadora de la vida

para ofrecernos un poco más de muerte gratuita

cada día.



Impávida y ardiente 

como la escarcha que agitan las arterias 

cuando gime de amor el corazón

o el latigazo celeste que nos dicta la verdad

que sigue suspendida 

en el silencio inconsciente de los astros.



¡Oh!, magna telaraña, que sedosa nos rodea y nos ata.



¡Oh! ancestral asidero de lenguajes múltiples 

y vocablos oscuros que conocen la respuesta...



Evócame de nuevo esa pregunta que nos mueve,

que yace en el abismo de todos los conceptos

y lánzame después a buscarla, 

cueste lo que cueste,

pues de eso se trata:



de vivir, 

de seguir, 

de saber;

de que, 

de un modo u otro, 

nos duela su...




¿Por qué?






*

M. Á. M.

lunes, 15 de junio de 2015

Cuando lleguen los vencejos









*


Cuando lleguen los vencejos en las noches de junio

y revolotee el recuerdo afín de primavera

por la boca, esa rosa palpitante que todo lo sabe

habrá de deshojar cada minuto

en la espera silente que anuncia la nívea caricia del alba.

Entonces te veré y sé que tú me verás

y habitaremos de nuevo en esos espacios 

a los que el tiempo no asoma,

y por fin podré sentirte tal como te siento: rocío nocturno,

y en este duelo a muerte con la vida que mis huesos sostienen

serás victoria de la carne

y sangre que inspira

a seguir adelante,

en pos de tus alas, remontando ese vuelo

que trasciende intangible,

tácito, como la silueta fugaz de nuestros nombres

ante el insondable sueño de nacer

entre la búsqueda de un motivo

y la certeza de amar, morir

y resucitar al ayer.



Cuando lleguen los vencejos

quizás ya no estemos,

quizás nadie nos recuerde,

quizás nada quede,

pero algo me dice

que, aunque solo sea por un momento,

aquel mismo en que habitamos

desde que al fin nos conocimos,

volveremos a ser.




*


M. Á. M.