*
La vida es una enfermedad sin cura
ni vacuna conocida.
Solo tiene tratamientos paliativos,
según el caso y el paciente:
una cucharadita de luz por la mañana,
unas píldoras de amor cada seis horas
(en administración oral o boca a boca)
y bálsamos de sentimiento al acostarse.
No debemos olvidar el dar unos masajes
cardíacos de vez en cuando, según la necesidad de cada uno.
Al fin y al cabo es ún músculo que trabaja
demasiado por nosotros cada día y cada noche
como para darle de lado
como hacemos con tanta frecuencia.
Y no dejemos nunca de soñar, cueste lo que cueste,
puede que esto sea lo único que nos libre de la muerte
cuando la tierra nos cubra con su manto.
*
M. Á. M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario