martes, 30 de junio de 2015

como paloma herida















*





Y tu pecho explotó sobre mi rostro
como paloma herida, acurrucada
en la cornisa, frágil, sin bandada
ni nido donde guarecerse al ostro*.


Entonces escuché tu voz dorada
como un arrullo tibio, dulce y manso
como un río que espera, en un remanso,
la dicha de llegar a su morada.


Y ¡Vaya si llegó! Mi ser, abierto
a recibir las aguas del amor,
cerrose sobre ti como estüario


de coral, esplendente ante el incierto
final de esta derrota que a babor
nos lleva; mar adentro sin horario.



*


M. Á. M.



______________________________

* sur.






No hay comentarios:

Publicar un comentario