*
Eléctrico el otoño se presenta
espíritu de un miedo prematuro
y elástico de lluvia que me cuenta
cantábricos placeres de un oscuro
pretérito recuerdo cuya renta
sin término aunque quiera te aseguro
apenas sí me deja descansar
en aguas de Leteo en pos del mar.
Quizás aquellas horas fueron humo;
después de tanta noche en la frontera
fugaz de la locura así lo asumo.
Ni Andrés ni nadie más, mi cabellera
al ras es solo mía y, de mi zumo
letal, bebo ahora esta señera
y amarga amputación con cada gota
sin más contemplación que la derrota.
*
M. Á. M.
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