*
Como una rémora se va, se queda,
tras un bucle el silencio al pensamiento
solaz en que vivir aquel intento
frustrante de enhebrar la blanca seda
del hilo de la parca, a cuya rueda
apenas das un paso y luego el tiento
que, sangre sobre arena, es el cimiento
tenaz del hombre y ruina de su greda.
Y todo lo que expresa el universo
letal de sus ijares mientras fuma
la noche a bocanadas de infortunio:
apenas cuatro rimas y el disperso
collage de corazones de una pluma
que encuentra en soledad su plenilunio.
*
M. Á. M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario