miércoles, 15 de julio de 2015

Ruido de fondo


















*






Mientras haya un hálito de vida
que dé fuerzas a este cuerpo, 
fruto maduro del árbol del deshaucio 

de las raíces del amor,
hijo bastardo de la herida 

y de la espada,
siga adelante en su camino, en la palabra
-hombre- 

hasta su fin definitivo.


Y, llegado este 
de la mano del no tiempo
y en la paz 

del infinito cielo que nos cubre,
hágase con él 

cual eco sordo y manifiesto
de la intangible y poderosa música
que orquestan el olvido y el silencio, 

y sea, así, mi ser 
desecho.






*



M. Á. M.

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