*
Quizás un día escriba un verso eterno
pero ese día no ha llegado aún;
por eso sigo vivo en este infierno
ardiente entre mi carne y el runrún
de un pulso de vocablos, que discierno
que no llega a la altura del betún.
Quizás un día escriba y tú no leas
y así, al olvido, mueran las ideas.
*
M. Á. M.
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