*
Debajo de la piel de medianoche
la lluvia en el asfalto gris recita
su verso soñoliento y, la marchita
multitud, tras los faros de ese coche
que nunca parará, florece y grita
por adentro; su voz es una tumba
llamada amor encarnizado, y zumba
como enjambre la muerte en que levita.
Negra música, frágil, de cristales
rotos por las aceras de un suburbio
perdido en la memoria, ya vacía,
transida de materia y tiempo: vales
de descuento en la vida, cuyo turbio
placer acabará sellado un día.
*
M. Á. M.
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