domingo, 22 de noviembre de 2015

Sonetillo sobre la vida y la muerte














*




Sobre la vida y la muerte
me han propuesto un sonetillo
y yo, como lazarillo,
he dicho: ¡Sea tal suerte!

Por las eras va ese trillo,
separando el grano inerte
de la paja y ofrecerte
el nuevo pan. Es sencillo,

no tiene mayor misterio:
todos en el cementerio
terminamos nuestras vidas

hartos ya de caminar,
y esperamos del lugar
que nos cure las heridas.



*


M. Á. M.












Imagen de : http://orig05.deviantart.net/b482/f/2007/060/0/9/life___and_death_by_redjuice.jpg







viernes, 20 de noviembre de 2015

En un rincón secreto



























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En un rincón secreto vive el sueño
de lo que habrá de ser, quizás, un día,
un mundo prodigioso, en armonía
y en paz con los demás. Que no haya dueño

ni servidor, ni grande ni pequeño,
ni más cadenas que romper, ni guía
que lleve hacia la luz de una utopía
sino a la humanidad en mutuo empeño.

Pero eso ha de surgir de entre nosotros;
de ti, de mí, de todos por igual,
mano con mano, a golpe de riñón,

y abrirles la conciencia a cuantos otros
lo necesitan... Sea así real
y despierte por fin el corazón.



*


M. Á. M.




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Imagen de: http://orig01.deviantart.net/66c5/f/2010/229/0/7/secret_crowds_by_acidicglamour.jpg







En este banco


















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En este banco de madera sigo
aquella vieja lucha sin victoria
posible contra el tiempo. La memoria,
como viento solano sobre el trigo,

me lleva por el páramo, testigo 
mudo de lo que fui mientras la historia
hilaba su labor como una noria
en círculos concéntricos conmigo.

Y vienen los recuerdos de la infancia,
los brotes tiernos de la primavera,
los besos y caricias del amor,

y a mi lado se sientan. Su fragancia
se mezcla con el humo de esa hoguera
que aún chisporrotea en mi interior.



*

M. Á. M.



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Imagen original de Ramón Portillo, en:   http://www.ramonportillophotography.com/378/vacaciones-otonales/

jueves, 19 de noviembre de 2015

Origen












*




Hubo un tiempo en que nada estaba escrito
y en que todo, ya próximo a nacer,
crecía en ese vientre de mujer
al que llamaron Universo. Rito

de la mística cósmica, infinito
caos de la materia que, a placer,
unía las moléculas del ser
en una sola luz que alzara un grito.

En un momento dado, en expansiva
convulsión, comenzó a sangrar despacio
las galaxias errantes, los planetas,

los satélites muertos... Luego, viva
aún tras alumbrar el negro espacio,
otorgó su belleza a los poetas.



*

M. Á. M.



Profanación




























*



Como grieta su nombre,
profunda puerta,
áspid profanador
de las estrellas.


Caverna indescifrable
de linfa esbelta.
Catarata de sombras
bajo la niebla.


Desgarro de una carne
dulce, de seda,
y aroma a incertidumbre
de lunas muertas.


Cuchilla silenciosa
entre las piernas
oscuras de los árboles
en la ribera.


Cántico espiritual
de voz serena
y arpa, blancas espumas
sobre la arena


de aquella luz arcana,
de sangre eterna,
del alma de una flor
por primavera.




*




M. Á. M.





Imagen de:  http://orig12.deviantart.net/6ade/f/2011/012/4/a/desecration_smile_by_kaiser_mony-d371ysx.png







¡Habla!
















*



Resultaba extraña,
acaso un retorcerse de silencios en cascada,
apenas una leche amarillenta y blanda debajo de una boca mustia
con ese tácito sabor a herrumbre de las ramas
de los álamos que de la luna suspendían
cristales impertérritos, otoños pasajeros,
escarchas himenópteras y ardientes
en la ubicuidad misántropa de una lechuza
cuyo cuajo de pluma era un fantasma
doliente sobre un orbe rubicundo
y hambriento como el hombre de justicia
horizontal como la llaga azul marina 
que precede a la espuma de las olas
en este tiempo cálido y ambivalente 
de las sombras mutiladas de la tarde.
El sol en femenino, ¡tanto asolas
como sueles!, nube negra, luz sangrienta en otra noche,
o en una espesa transfusión de bocas que comulgan y excomulgan de los labios cada beso floreciente
con esa misteriosa presunción del pan, del vino y la desdicha de la sangre derramada
en el estanque fugaz donde la plata aún reverbera sonriente
y el musgo aúlla líquidas las venas
donde algunas palomas se sumergen todavía
en el sueño verde de vivir un soplo, un algo, más que nada
porque quiebre los espejos del vacío
de la luna bastarda que, entre las hebras cenicientas 
de esta muda hojarasca nebulosa, se me llora 
y subyace como música volátil y aparente
de la desolación más absoluta del cosmos
y la intínseca belleza distócica
que del dolor de haber sentido el pulso ciego remanente en cada cosa nos proviene.
Pura piedra, muerta y rota 
en mil materias diferentes 
y apenas dos caricias estelares 
que, como relámpagos amables 
tan pronto alumbran 
como se pierden en la rima gris de la memoria. 
Eso eres
y eso eras, 
eras tras eras 
hasta ahora,
cuando ya solo me queda una palabra...

¡Habla!



*

M. Á. M.






Imagen de Alex Greenshpun, en: http://orig13.deviantart.net/8ceb/f/2013/187/1/3/beads_scattering_stars_like_dust_900_by_alexgphoto-d6cbyup.jpg







miércoles, 18 de noviembre de 2015

Era la noche
















*




Era la noche gris de su mirada
como aquellas que son, en apariencia,
como el sueño voluble de una ausencia
presente pese a todo, o pese a nada,

tras el límite abierto en esos ojos
que reflejan recuerdos y pesares
de una vida de rosas y azahares
marchitos entre lágrimas y abrojos.

¿Dónde están la pasión y la fragancia
que de su juventud manara un día?
¿Dónde está ese bullicio de alegría
que hoy es silencio inerte y sin substancia?

El tiempo se llevó, como es costumbre,
todos los hechos, toda la hermosura,
para cavar la eterna sepultura
donde fluye el vacío de su lumbre.

El ciprés, como púa, se le clava
en su carne de otoño hasta los huesos,
glaciales de saber que los accesos
al cielo solo están bajo la grava,

que todo lo que nace ha de morir,
que jamás hubo cuerdas o escaleras
y nunca las habrá, que son fronteras
que atravesar los años, que sentir

cómo se van fugaces, al momento,
es necesario. Todo es una gama
de experiencias que forjan, en la llama
mística, nuestro ser y sentimiento.

Y la suya era gris aquella noche
como sombra que asombra en lo sombrío
del alma. Silenciosa, al lado mío,
despojada de luz aprieta un broche,

el mismo que su amor le regalara
y, de un tirón, lo arranca y lanza al suelo.
Es hora de seguir, lo sabe, el vuelo
para las aves siempre va de cara

al viento que acaricia el horizonte
en otro amanecer, en esta tierra
donde está la raíz, donde se aferra
aún a su pasado. El remonte

se le hace necesario, no el olvido,
comienza al fin a ver que los errores
son parte de la vida. Sus temores
se van y, en esos ojos donde nido

hicieran una vez, de nuevo el fuego
ha vuelto a arder con brío en la esperanza
de volar, libre al fin, pues la enseñanza
grabada queda en ella. Con sosiego

camina hasta las puertas del misterio,
ya no hay ausencia en su mirada, puro
su semblante conduce hacia el futuro,
segura de volver al cementerio

a su debido tiempo, como todos
los que son, los que fueron y serán.
Apenas un suspiro, un ademán,
un gesto imperceptible de los modos

y maneras. Tan simples son las cosas
a veces que no vemos esa esencia
de amor por sobre todo, ni su ciencia
vital, ni su certeza, ni lo hermosas

que son en libertad, tal como deben;
ni la fuerza que emanan siendo así,
como agua que nos lleva sobre sí
y se evapora en gotas que nos llueven

cuando más hacen falta a nuestras vidas.
Tras ese umbral me quedo solo y mudo,
y pienso que su suerte, no lo dudo,
habrá de ser mayor que sus heridas.



*


M. Á. M.





Imagen original de babybanshee, en : http://orig02.deviantart.net/b4f8/f/2010/297/7/6/the_only_man_she_loved_by_babybanshee-d31eh10.png





lunes, 16 de noviembre de 2015

Si alguna vez el mar se terminara
















*




Si alguna vez el mar se terminara

como termina el tiempo -ahora o nunca-
bajo el acantilado, en su espelunca
habré de ver la muerte negra y clara

como esa sombra tenue que separa
el cielo a cuya voz mi nave enjunca
la mayor en un bóreas que trunca
las olas a través de botavara.

¡A mí la tempestad! ¡A mí la furia
de todos los océanos! ¡A mí
la bárbara marea! ¡Descargad

sobre cubierta toda vuestra injuria!
Que rompa por mi cuerpo para así
sentir la vida... ¡Luz y oscuridad!




*

M. Á. M.







Imagen de: http://img03.deviantart.net/4147/i/2012/056/d/5/perfect_storm_by_raysheaf-d4qwod4.png










viernes, 13 de noviembre de 2015

En la noche de París













*



En la noche de París
se desgarra una pregunta
sin respuesta ante el horror;
porque su muerte es absurda,
porque no hay razón en ella,
porque vana es ya esa as-sūra,
porque Al-lāh no es un escudo,
es testigo de la culpa,
y del odio atroz de quienes
suicidas matan la pura
esencia de sus palabras
de amor en una locura
de sangre, fuego y maldad.
No habra paz en vuestras tumbas,
escrito queda. Quien mata
en nombre de Dios augura
su muerte a manos de Dios.
Por las víctimas se aúnan
hoy todas las religiones
y hasta quien no cree suma
su pesar junto a sus lágrimas
en oración de repulsa
y de solidaridad
con París, que las escucha
y recibe su piedad.


*



M. Á. M.

Huellas












*




Hablemos de los males de este mundo,
de gobiernos que rigen por demás,
de bancos que nos maman usureros,
de leyes y abogados majaderos,
del político trepa que jamás
dará ante el juez la cara y que, al segundo

de subir donde está, gracias a ti,
te besa como Judas a Jesús
y se queda tan ancho con tus cuartos.
De esa luz de oropel que estamos hartos
en que se publicita todo el pus
en titular de miedo, para así

comprar, vender, seguir con un mercado
que mira por nosotros, pobres ciegos,
borregos de un redil que se dirige
por el camino de la indiferencia
directo al precipicio en su creencia
de erróneo progreso, en cuanto exige
llenar sin agua el mar de nuetros ruegos,
pactar con el demonio lo sagrado.

Pues, ¿cuál es el valor de un sentimiento?,
¿qué precio le pondrías a la vida?
Porque sé que no tiene te pregunto,
el límite lo pones tú, y punto.
Reserva alguna carta, la partida
acaba de empezar hace un momento

y no sabes qué guarda esta baraja.
Espera y marca el triunfo en esa mano
en la que el tiempo juegue a tu favor,
las prisas son hermanas del error
y aunque veas el fin asaz lejano
tarde o temprano viene en su mortaja

a recordarte que la libertad
es la única moneda con que pagas
ganes o pierdas con el cambio. Justo
resulta siempre aquello que a disgusto
debemos transigir, pues si no tragas
lo dura que resulte la verdad

tendrás que vomitarla de tus sueños,
ya que nadie es igual ni piensa igual
y algunos ya ni piensan, solo actúan
como autómatas, juzgan y evalúan
según se les ordena en el manual
que dictan al unísono sus dueños

y luego pasa lo que pasa, claro,
que estamos como antes, o peor,
porque furiosamente somos nada,
porque vivimos solo por la espada,
porque ahora matamos sin honor
y amamos lo tangible y lo más caro.

Pero eso no es amor, solo es deseo;
por eso somos seres insaciables
porque nada hartará a la vanidad
que nos arde en la entraña. La humildad,
la razón, la consciencia... venerables
los rumbos a seguir por donde veo

y alcanzo a la distancia en este mundo
por vivir, extrayendo lo profundo
y elevándolo al cielo, a las estrellas.
Quizás no dejar marca, sí mis huellas.
Y errar, errar, errar hasta acertar
a dar con la palabra, y descansar
después de haberla escrito en un poema
que llegue hasta el final donde más quema.



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M. Á. M.











miércoles, 11 de noviembre de 2015

O varios



























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Y qué mas da
si en las aristas de la noche suena un saxo,
todo es improvisar alrededor del fuego
de la luna por tu escote neblinoso
dibujando alegorías de carmín y marihuana
en un pacto donde dios no tiene voto.
Mudémonos ahora en esta mutua vecindad sin calendario,
debajo de tu falda terminan las palabras
y empieza la verdad a recorrernos
a base de zarpazos.
Sigamos pues el cauce turbulento de las calles
hasta ese amanecer ardiente en tu regazo
donde poder hablar de labio a labio con tu vientre
y esperar la respuesta de la carne
en medio del feroz espasmo de una muerte pasajera
para vivirnos otra vez irrepetibles
y desflorar el himen del recuerdo
en el insomne silencio obnubilante de un cigarro
donde tus muslos juegan con el raso y con los míos,
y sueñan con... 
Qué más da,
el caso es que soñamos
y los sueños a veces son un acto,
o varios.



*

M. Á. M.

martes, 10 de noviembre de 2015

Perfecto...

















*


El rumor de la tarde era perfecto:
un suave cuchicheo de fragancias 
en el lomo azul de otro baldío noviembre 
plagado de preguntas y de ayeres,
y de un sol que adormecía 
los huertos a su paso
como ese niño
que alguna vez jugó a ser lince entre el rastrojo
antes de ver el mar aproximarse 
por la espalda de la vida
para abrirle una herida 
que aún supura blanca la metáfora
a medio camino del silencio,
donde el amor escucha,
donde su aliento permanece inmaculado,
donde ya no es posible regresar 
si no es contigo.

Lo dicho, 
perfecto...


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M. Á. M.





Tanka




















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Entre los pájaros
de tu boca y la música
del agua en calma
gotea aquel silencio
donde el tiempo se inmola.


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M. Á. M.

Nocturnos de otoño II


























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La nieve está más cerca esta mañana
cargada de nostalgias sobre el vaho del cristal de la ventana
tras la que el viento aún discute con las copas inquietas  y doradas de los álamos 
lo que habrá de venir aunque no quieran.
El Teleno asoma tímido su imagen blanquecina, 
es un angel desahuciado por el tiempo, 
un escombro más en la memoria que me habita
y el día se desnuda ceniciento y tembloroso 
como un gato sin hoguera a la que asirse
para hallar el calor de la penumbra
y una migaja de carne, no ya cruda,
podrida como todo por adentro.
Será esa tos del aire monumental 
en su destrozo rutinario de palomas
pero al menos ellas saben lo que tienen y lo que les espera, 
no como yo, que sigo aquí ciego, absorto, mudo, abstracto
en un otoño perenne, verde pino ante la muerte
que se muestra como un agua adamantina
para besarnos los pies entre recuerdo y recuerdo
para igual avanzar a sombra vista
por el páramo frágil de una idea peregrina
que nos lleve a sufrir en el intento de lograrla,
porque los anhelos cobran vida
en tanto la cuestan
porque sino, son nada.
La llanura se expande luminosa
a esa tarde, segura de que mis restos
en el suelo abonarán alguna flor mañana
mientras, más de cerca todavía, la nieve solo aguarda 
su momento por venir a mi ventana
para despertar de ese sueño que se apaga
a medida que cae, copo a copo, sobre el alma.






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M. Á. M.